Publicidad y corrupción van de la mano
El otro día tuve la desgracia de encontrarme con este anuncio de la empresa Campo Frío.
En este anuncio se ve a un equipo de futbol de niños pequeños, de unos ocho o diez años de edad entrenando y pasándolo bien jugando.
El entrenador habla con el padre de uno de los niños y le dice que su hijo es malo en este deporte y que por eso va a ser capitán del equipo. Evidentemente esta frase carece de sentido alguno.
Poco después podemos ver una segunda secuencia en la que mientras el entrenador le dice al padre lo mal jugador que es su hijo este le ofrece un jamón de la marca "Navidul"
Aunque este tipo de publicidad hay quien la defiende y la caracteriza como "jocosa" lo cierto es que resulta denigrante e indignante.
¿Que clase de valores estamos comunicando a los niños con este tipo de acciones?
Un niño debería poder jugar, siendo bueno o malo, solo por disfrutar. Y un entrenador, tiene como obligación fomentar el esfuerzo y la perseverancia. "El que la sigue la consigue dicen"
¿Como podemos convencer a los niños de esto, si les estamos enseñando en televisión, que la corrupción, el soborno, es un método facil para lograr cualquier cosa sin esfuerzo?
Y lo peor de todo es que este anuncio está denunciado por un padre que sintió vergüenza al ver esto, y quiso promover los valores y estímulos que deben recibir los niños, y estos desde luego no se encuentran en la lista.
La reclamación ha sido desestimada, ya que la empresa Campo Frío alegó que este anuncio representa con tonos irónicos situaciones cotidianas.
Por desgracia, es cierto que vivimos en un país en el que día tras día vemos casos de corrupción y soborno, y es precisamente por ello por lo que no debemos reírnos de estas situaciones. Las parodias dejémoslas para los humoristas.
La publicidad tiene un poder muy fuerte y es responsabilidad de aquellos que disponen de ese poder, utilizarlo de forma correcta para promover valores éticos y morales, y ayudar a reeducar una sociedad formada en prejuicios.
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